Otro ejemplo más, y qué bueno, de cómo se puede hacer una gran película sin un solo efecto especial. La Mujer del Cuadro es una muy entretenida historia contada por ese maestro del suspenso (puede argüirse que uno de los padres de este género en el cine) llamado Fritz Lang. Sí, el mismo de Metrópolis y de M.
Se trata de una historia con una buena dosis de entresijos, bien pensada y bien contada, muy lineal y coherente. Si bien no se puede decir que es la obra maestra de Lang (M lo es, en mi opinión), sí es sin duda, una muy buena película, de ésas cuya trama te va envolviendo imperceptiblemente.
¿Qué pasa cuando se deja seducir el alma de un hombre casado por el coqueteo furtivo de una bella mujer? Todo puede suceder. A veces el más pequeño e inocente desliz puede traer funestas consecuencias, y puede terminar la "inocente" víctima en "tremendo problema" al que nadie lo llamó nunca. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, dice el refrán, y así es. Mas, también es cierto que "uno no sabe lo bien que está sin algo hasta que se le da", o en otras palabras, "Ten cuidado con lo que pides, porque puede ser que te lo concedan".
Personajes bien logrados, historia clara y entretenida, buena dirección (es Fritz Lang; no se puede pedir mucho más) y una dosis de angustia y misterio electrizantes hacen de esta una muy entretenida película. 9/10.
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