lunes, 22 de diciembre de 2008

Amarcord: piedras, desfiles y odaliscas (7/10)

Nuevamente Fellini, y con el toda su magia. Si hay una palabra para definir a Amarcord (que quiere decir, en algún dialecto italiano, "yo recuerdo") es nostalgia. Amarcord es una comedia con reminiscencias de la Italia fascista en la que no hay ningún personaje serio.


Piedras, desfiles, odaliscas (harenes)... Después de ver varias obras de Fellini comienza a evidenciarse que el director usa los mismos símbolos para contarnos su intimidad, sus pasiones internas, sus devaneos moralistas, sus inquietudes. En esta película la realidad y la fantasía se vuelven a mezclar y es labor del espectador deducir cuál es cuál.

No me gustó de Amarcord que no tiene una historia ni un tema a desarrollar. Quiero decir, ningún personaje cambia. De hecho, son sólo caricaturas. ¡Ni siquiera hay un protagonista! Es un conjunto de estampas, de recuerdos, nada más. El director trata al público como si fuéramos tontos. Sí, muchas escenas (entre otras, la famosa escena con la tabaconera) son chistosas, pero... ¿y qué?


Muy buena producción y recreación histórica. Mal tema, o mejor, ningún tema (ninguna historia). Fellini es Fellini y todo, pero no me gustó. ¿Tal vez me perdí de algo y la debo ver de nuevo? ¿Alguien me explica? (7/10)

No hay comentarios.: